martes, 29 de mayo de 2018

Estabilidad


            Mañana del día 29 de Mayo, escuchando la radio. Cuestiones sobre la sentencia. Cómo el PP estableció un sistema institucional de corrupción para robar y establecer una ya probada judicialmente caja B y financiar elecciones. Condena como beneficiario a título lucrativo: aprovecharse del dinero robado sin saber que era robado. El problema radica, según escucho, en que de haber estado vigente el Código Penal actual, habría sido imputado por delitos penales, según comentarios de la propia Fiscalía, ya que hasta el año 2010 no permitía imputar este tipo de delitos a partidos políticos. Cospedal en directo, Comisión de Investigación en el Congreso. Afirmaciones incorrectas en su declaración en la Comisión de Investigación en el Congreso: dos magistrados duda de la declaración del testigo Rajoy. Falso –que ya sería grave–: dudan los tres magistrados de forma unánime.

            Leo y escucho que hay quien afirma que la inestabilidad que está afectando a la bolsa y a la prima de riesgo –hacía tiempo que no hablábamos de nuestra querida prima– viene determinada por la moción de censura presentada por el PSOE. Cualquiera que me haya leído, sabe que los socialistas no son santo de mi devoción: aunque su ideario se acerca más a mis convicciones que las que defiende un partido como el PP, no les considero suficientemente limpios como para poder ser fiables. Pero volvamos al texto: el argumentario, por lo tanto, es no presentar una moción de censura. Como si lo del párrafo primero no pasara, o no fuera urgente. No se habla de la evidencia: Mariano Rajoy debería haber dimitido y convocado elecciones, y eso es lo que provoca la inestabilidad, la necesidad de que la sociedad española representada en el Congreso le obligue a irse. ¿No veis la tragedia? Es terrible lo asumido que tenemos en España esa gran verdad: aquí nadie dimite por nada. O al menos muy poca gente. Por lo tanto, yo afirmo que si hay inestabilidad, ésta la provoca Mariano Rajoy por no dimitir, porque nos obliga a buscar la forma de echarle.

            Pero hablemos de estabilidad. ¿Qué es la estabilidad? Dice la RAE que es algo que tiene la cualidad de estable; y, sobre el adjetivo estable, que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer. Que se mantiene sin peligro de cambiar. La estabilidad económica que se pretende mantener en este país, por tanto, supone que nada ha de cambiar para que los parámetros no se deterioren. Es decir, nos plantean que tenemos que tragarnos la estabilidad de un sistema institucional de corrupción para evitar que la situación se vuelva inestable. Pero es que la inestabilidad, en este caso, puede ser lo más deseable: nos puede permitir cambiar la situación para que esta sea mejor que la que tenemos. Podemos pasar a tener una situación en la que los políticos sepan que robar no sale gratis, que al final, se acaba pagando, y, por lo tanto, que tengan en incentivo necesario para no delinquir.

            Analicemos qué es la estabilidad. Una mujer maltratada vive una situación de tremenda estabilidad: sabe que las palizas son permanentes. Un niño que pasa hambre en África también tiene una situación de estabilidad absoluta: no come lo que necesita de manera estructural. La sociedad española tiene, desde hace años, una situación de estabilidad enorme, pero no envidiable: la maltratan de manera sistemática. La situación de deterioro de la Sanidad y de la Educación es estable. La falta de inversión en I+D+i es terriblemente estable: se deteriora año tras año, y nos condena a un futuro de extrema estabilidad carente de valor añadido en sus procesos productivos. La situación de estabilidad de las instituciones también es más que notable: se conoce perfectamente su endogamia, politización y falta de eficiencia en sus fines fundacionales o constitucionales. La falta de medios en los organismos de control como son la Justicia, la Agencia Tributaria, la Intervención General de la Administración Tributaria es estable desde hace años, no cambia nada.

            No soy tonto, aunque lo parezca: cuando me hablan de estabilidad sé que hacen referencia a las tasas de crecimiento de la macroeconomía. Lo que yo me pregunto es si la gente no se da cuenta de que la estabilidad miserable de la que he hablado en los anteriores párrafos está lastrando a la economía española, impidiendo sea buena de verdad, no esa que tenemos hoy en día, que acepta crecer a corto plazo hipotecando sin ninguna vergüenza el crecimiento a largo mediante el establecimiento de una estructura social, económica y política verdaderamente fuerte. Porque lo que sí que podemos aceptar como desgraciadamente estable son las promesas de nuestros políticos sobre reformas auténticas que solventen lo que antes mencionaba y la miserable gestión que hacen de ellas cuando llegan al poder. ¿Estabilidad, me decís? Pues vale, pero eso sólo es una palabra vacía que por desgracia tiene el contenido que os presento. Sinceramente, creo que España debería plantearse consumir menos de esa estabilidad cortoplacista y ahorrar para poder tener una estabilidad a largo plazo que le permita ocupar tantos recursos ociosos como tenemos. Y esto sí que es verdadera economía, no la de asumir la trágica realidad de ser robados por quienes dicen defender los intereses generales. Y no me entréis en lo de la buena gestión, porque esto, per se, ya la convierte en nefasta.

 

Alberto Martínez Urueña 29-05-2018

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