lunes, 16 de septiembre de 2019

La ciencia afirma


            El método científico y la comunidad científica no habla de opiniones. Eso es para el bar y los amigos. La ciencia plantea hipótesis y las demuestra utilizando un método fiable. Afirma cuestiones demostradas, pero también admite que hay cuestiones sobre las que no ha podido encontrar evidencia. Es decir, la ciencia no demuestra que algo no es cierto, eso es imposible, sino que indica que no ha encontrado evidencias científicas de su veracidad. Por lo tanto, puede ser verdad, pero no ha encontrado evidencias de su veracidad, lo que viene a ser diferente. Otra cuestión es cuando, una vez aplicado el método científico, puede afirmar que una hipótesis es cierta y, por lo tanto, irrefutable. O al menos, si quieres refutarla, tienes que demostrar que no es cierta utilizando el mismo método. De hecho, el método consiste en que más de un científico alcance los mismos resultados y pueda refutar o confirmar la demostración. Avancemos.
            La práctica totalidad de los estudios científicos demuestran los efectos beneficiosos de las vacunas y su mínimo riesgo, que La Tierra es redonda y el sistema solar heliocéntrico y que los procesos de conservación alimentaria no son dañinos per se y no conviene beber leche cruda. Por desgracia, los antivacunas están causando un gran problema de salud pública y se están intentando encontrar las fórmulas para neutralizar sus perniciosos efectos. A la inmensa mayoría de personas, normalmente con dos dedos de frente o más, no se nos ocurre ninguna causa para negar a nuestros hijos una protección científicamente demostrada contra enfermedades que han matado, y mucho, a lo largo de la Historia, y todos nosotros estamos de acuerdo en que la salud es un bien a proteger. Un derecho al que no deberíamos renunciar bajo ningún concepto. Entiendo que a la mayoría de vosotros esto os parece más que razonable. Sigamos.
            Los estudios científicos también afirman con esa rotundidad suya que:
·        El cambio climático existe desde siempre, pero el que estamos sufriendo en la actualidad es el más acelerado del que se tengan datos y los indicadores afirman con un alto grado de fiabilidad que el origen de este tiene un origen antropogénico.
·        La contaminación reduce de manera lenta, pero inexorable, los años de vida.
·        Los ritmos circadianos afectan a la salud y varían según la etapa de la vida.
·        La soledad no buscada es tan perjudicial como fumar quince cigarrillos al día.
·        El estrés mantenido durante un periodo excesivamente prolongado produce graves y variados trastornos de salud.

            Y así puedo seguir durante varios párrafos. Da la casualidad que me gusta leer las secciones de ciencia de los diarios digitales y también me descargo programas de radio de temática científica. Simplemente por saber cosas. Placer por el conocimiento. Esto me ha servido para entender una cuestión básica: no soy ningún experto así que lo mejor que puedo hacer es leer a los que sí que lo son y corroborar la información por diferentes fuentes para evitar en la medida de lo posible que me la cuelen. Por eso me fio de quienes afirman los anteriores enunciados, tanto los de las vacunas como los del cambio climático o los del estrés.
            ¿Por qué no se hace nada al respecto cuando la ciencia habla? Por desgracia siempre hay alguna justificación para mirar hacia otro lado cuando hablan los científicos. Son señores con ese aspecto de raros, hablan entre ellos en términos que la mayoría no entendemos y en no pocas ocasiones nos miran por encima del hombro como si fuésemos retrasados mentales con los que no mereciera la pena gastar ni un minuto de su tiempo. Por suerte, cada vez hay más de ellos que entienden la necesidad de hacer llegar el resultado de su trabajo al resto de la ciudadanía, tanto para concienciarnos de la importancia de los pequeños gestos como para cuestiones crematísticas con las que poder desarrollar su trabajo. No podemos obviar que llegar a los fines del sistema solar o descubrir vacunas contra el cáncer requiere de unos instrumentos que suelen ser bastante caros. Además de un equipo de investigadores que tiene la costumbre de comer todos los días.
            ¿Por qué no se toman decisiones contundentes para solucionar todos estos problemas? Más allá de lógicas elaboradas, creo que quienes podrían tomar decisiones que atajasen los problemas que la ciencia afirma que tenemos no tienen verdadero interés ni incentivos en llevarlas a cabo. Sus verdaderos intereses no pasan por salvaguardar nuestro derecho a la salud, pasan por otras cuestiones. A partir de aquí, que cada cual juzgue por sí mismo.

Alberto Martínez Urueña 16-09-2019

            PD. No quiero entrar en consideraciones políticas porque veo a todos los representantes públicos queriéndome ganar para su causa, una causa que me supondría ver enemigos en lugar de ciudadanos con los que ponerme de acuerdo, y esto me produce una tristeza que no soy capaz de trasmitir en mis textos.

No hay comentarios: